La estructura del héroe que emprende una épica travesía de retorno al hogar, enfrentando obstáculos, giros inesperados, ayudas sorpresivas, secretos revelados y un triunfo final, se refleja en todo su esplendor en Gladiator II.
El elenco es de primer nivel, tanto por su talento actoral como por su atractivo. Qué objeción ponerle a nombres como Pedro Pascal (Marcus Acacius), Connie Nielsen (Lucilla), Paul Mescal (Lucius) o Denzel Washington (Macrinus). Por supuesto, está también la dirección de Ridley Scott, descrita de manera precisa por Fred Hechinger (Emperor Caracalla): “No hay un director como Ridley Scott. Filmar con él es una experiencia inmersiva, tiene de ocho a doce cámaras grabando al mismo tiempo y revisa todas las tomas. Cada escena es un gran evento y realmente sientes que formas parte de él”.

Pascal menciona que el filme es principalmente entretenimiento, y tiene razón. Los espectadores disfrutarán de combates entre gladiadores y animales como mandriles, rinocerontes y hasta tiburones en el Coliseo. La película está llena de escenas multitudinarias y detalles que transportan al público a esa época. La creatividad desborda en cada momento, sin lugar a dudas.
Sin embargo, una objeción importante es la extrema violencia. Hay escenas llenas de sangre y gore. Para quienes disfrutan este tipo de espectáculo, ahí está. Pero para otros, como yo, puede ser demasiado; tuve que cerrar los ojos en varias ocasiones para evitar guardar esas imágenes en mi memoria. Entiendo que algunos espectadores no se incomodan, pero no es para todos.
En cuanto a los escenarios, la película representa con magnificencia la época histórica, algo que Hollywood sabe hacer muy bien. Es una experiencia que vale la pena disfrutar en la pantalla grande.
El director Ridley Scott (Blade Runner, The Martian, Gladiator, Thelma & Louise, Alien) ofrece toda su experiencia —ha dirigido 60 películas y producido casi 90— enfocada en este filme. Esta es la primera secuela que dirige y se siente satisfecho. En una entrevista, el director británico de 86 años dijo que no volverá a dejar que sus filmes se le vayan de las manos, como le pasó con Blade Runner o Alien. Gladiator II tiene la marca de Scott en cada escena. Su método de hacer cine es crear un story board, así que desde un principio sabe cómo quiere contar la historia. Sin embargo, según testimonio de Connie Nielsen, también está abierto a escuchar sugerencias del equipo, incluidos los actores.
Dicho esto, el tema subyacente, entre tanta batalla, es el trabajo y destino del héroe. ¿Cuál es su meta, sus dilemas, y qué representa socialmente? Macrinus, interpretado por Denzel Washington, aporta una reflexión interesante: su motivación es la rabia. Esto se explica en el momento adecuado, contrastando con el idealismo de Lucius, quien cree firmemente que la mejor opción para Roma es volver a la democracia y a la unidad. El desarrollo de Lucius como líder resulta inspirador y crece paulatinamente a lo largo del filme.
En resumen, Gladiator II es un ejemplo de gran cine: visualmente impactante y narrativamente épico, aunque también violento. Cada espectador decidirá si prefiere apreciar sus virtudes y, como yo, cerrar los ojos en los momentos más crudos, o buscar otra opción en cartelera. Finalmente, como Pascal dijo, es entretenimiento, nada más.
