Lilia O’Hara
Las mujeres fronterizas de menos de 50 años tienen una voz que las representa. Es la Señorita Lechuga. Ella nació en Tijuana, en la imaginación de la periodista Yolanda Morales. La artista visual Andrea Chavarín capturó su esencia y le dio rostro y color inspirada en la fisonomía de su hermana Natalia.
Sus ideas y su representación han sido plasmadas en el libro Caminar juntas. Palabras de una amiga a otra para acompañarse, publicado por la editorial Diana en México.
Las autoras han estado recorriendo ciudades fronterizas y mexicanas presentando su libro, que salió a la venta en enero. El lunes 1 de abril se presentó en la biblioteca pública de Coronado en San Diego, les acompañó en la charla la recién llegada cónsul general de México en San Diego, Alicia G. Kerber-Palma.
Ante unas 80 personas, la mayoría mujeres, Morales platicó que empezó a escribir porque empezó a leer y “empecé a escribir del amor porque empecé a enamorarme. Y luego empezó el desastre”, dijo.
La periodista, quien trabaja para televisión y escribe para varias revistas, contó que a los siete años tuvo una caída en la casa de su abuelo que la obligó a estar quieta y fue entonces cuando empezó a leer.

Morales y Chavarín se conocieron hace unos diez años cuando la ilustradora obtuvo un premio por sus retratos en Nueva York, la periodista la entrevistó al respecto y a partir de ahí surgió una amistad. El personaje de Señorita Lechuga ya estaba en la cabeza de Morales y le pidió a Chavarín que le diera forma. A través de Lechuga —el nombre viene de que es fresca, tiene muchas capas y en el centro, un corazón— la autora vio que podía expresar sentimientos, opiniones y actitudes que como periodista no puede expresar.
Igualmente, Lechuga puede hablar del amor porque no teme exponer su vulnerabilidad, deseos y dudas. Es sensible, suave, obstinada, cursi, ruda, la que vive en desasosiego, la que vive sosegada, la que dice lo que sabe. “A la señorita Lechuga le cautiva el amor y casi siempre son historias muy repasadas”, explicó Morales, pero por lo mismo la mantiene vigente en el imaginario femenino colectivo.
La señorita Lechuga en realidad ha tomado vida propia y el personaje es osado, se detiene cada vez que encuentra el amor o da vueltas en U para reiniciar o tomar otro camino.

Chavarín por su parte, dijo que la Señorita Lechuga nació de la imaginación de dos lectoras voraces y norteñas que no se sentían identificadas con la imagen de la mujer que predominaba en la literatura, los medios y en el arte.
Lechuga para la artista visual es una mujer que no promete el amor eterno, sino un amor día a día, cuestiona la norma trabaja pero no pide permiso para hacer lo que tiene que se hacer, y no le importa equivocarse, es sensata y sencilla. “Es un personaje tijuanense y fronterizo que habla como Yolanda y como yo y que plantea nuestras visiones de la vida y la posibilidad que hemos descubierto y que estamos por descubrir”. Dijo que el proceso de creación es increíble porque a pesar de que ellas dos le han dado vida a Lechuga, el personaje no deja de sorprender, incluso a ellas. Y han aprendido que todo es posible porque “si la Señorita Lechuga puede, yo también puedo”.
Las autoras de Caminar juntas están conscientes de que su personaje se ha vuelto un referente para las mujeres de su generación. El libro, dijo Chavarín, habla de saber tomar las riendas de tu vida, de saber dónde estás parada y de ser conscientes de las emociones y responsable de la vida e incluso “de dar la vuelta, de frenar y de no normalizar el maltrato […] porque la vida es para vivirla toda y disfrutar sus altibajos”.
El libro es para generaciones que quieran amar. También busca resignificar el color rosa y que represente a una mujer empoderada, moderna que tiene su propia voz. El amor propio, de pareja, a los demás y a nuestro entorno es siempre el tema de la Señorita Lechuga.
La cónsul Kerber planteó diferentes preguntas a las autoras y ratificó que el personaje es un retrato de las mexicanas fronterizas. Dijo que le llamó la atención principalmente el capítulo relacionado a dar vuelta en U y el concepto de que caer es una forma de volar. Dijo que aprender a ver las cosas de manera diferente es una buena idea y piensa que el libro ayuda precisamente a ello.
Al final, las autoras y la cónsul dejaron claro que lo que la Señorita Lechuga hace es ser una testigo y acompañante de la vida en la frontera y es muy coherente en lo que hace, dice y piensa.
Ve más historias
- San Diego celebra la Lucha Libre y a Rey Misterio con mural, combates, autos lowrider y más
- El condado de San Diego celebra el Mes de los Estadounidenses Mayores con recursos y eventos
- 'Iridiscencia': un manifiesto escénico de madurez y libertad femenina
- Tras la investigación de CalMatters, LinkedIn y Google se enfrentan a una demanda por acceso indebido a datos sanitarios
- La Jolla Playhouse presenta obra nominada al Tony sobre mujeres africanas en Harlem